domingo, 8 de marzo de 2015

Tarta de cumpleaños de hada

Hace unos días fue el primer cumpleaños de mi sobrina. La verdad es que no pensé hacerle una tarta hasta última hora, por lo que me encontré un día antes sin ideas y sin tiempo casi para hacerle nada porque estaban los niños malos. ¿La solución? Tirar de cosas fáciles y sencillas, aprovechas cosas que tuviera hechas (por ejemplo, siempre me dejo hechas flores con los pedacitos de fondant que me sobran) y, sobre todo, al ser algo con poca decoración requería de mucha atención y cuidado en su acabado. 


La tarta pesaba una tonelada porque llevaba capas de chocolate con más chocolate en un molde de 20 centímetro de diámetro y llegaba a los 15 centímetros de altura una vez cubierta con el fondant (¡1 kilo de fondant llevaba!) Aunque aquí os enseña la tarta de lado sin lazo, llevaba uno para cubrir el borde inferior de la tarta. Pero os he querido enseñar esta foto así para que veáis lo importante que es cuidar los detalles y los acabados... Además, al trasladarla apreté demasiado con las manos el lateral y se ve un pequeño hoyo en el lateral, pero tranquilos que lo arreglé antes de entregarla.


¿No os parece que a pesar de la sencillez, si están cuidados los detalles, queda bonita y da un buen resultado? A veces no es necesario complicarse la vida con grandes diseños y complejas decoraciones...

miércoles, 4 de marzo de 2015

Tarta de Frozen

Vivi es una amiga asombrosa que tiene dos bebés que se llevan sólo 12 meses. Verlos juntos es una locura porque parecen mellizos, ¡son un auténtico torbellino! Y para celebrar sus cumples, cómo no, lo hacen juntos que para eso coinciden en fechas...

Como ahora todos los niños están como locos con la película Frozen, decidió hacer el cumpleaños con esa temática y me pidió que le hiciera algo para los personajes de la película pero de forma que cada uno de los niños tuviera su propia tarta: una de niño y otra de niña. Así estuvimos mirando muñecos de plástico, modelados en fondant... Al final optamos por algo sencillo y más económico: siluetas en papel de azúcar. Yo sólo lo había usado una vez antes para la tarta en forma de queso y tuve que pedir consejo a la gran Fedra de La galleta prometida (¡qué sería de mí sin su paciencia, conocimientos y alegría!) Imaginaos lo buena persona que es que me aconsejo no comprar dos obleas "por si acaso" (eso es honradez) y además me falló una cosa en el archivo y me dejó modificarlo allí sobre la marcha. De verdad, si no conocéis su tienda ni sus cursos, os los recomiendo 100%, sólo por el trato y lo a gusto que se siente uno allí, ¡merece la pena!


Otra cosa que probé por primera vez a hacer fue la brillantina comestible. Reconozco que siempre he sido reticente a usarla porque más que comestible dicen que es "no tóxica", pero la verdad es que para la temática de la tarta y los acabados blancos y pulidos, el toque de luz y anacarado que aporta me gustó mucho. Os dejo una foto del detalle para que os hagáis una idea:


Las tartas iban unidas por un puente-escalera "de hielo" como el del Palacio de Elsa, pero la mala suerte quiso que tras casi 48 horas secándose, el torbellino de mi hijo pequeño le diera un golpe a la mesa y los libros que lo sujetaban en equilibrio se separaran y se calló. Casi me pongo a llorar... No tenía solución, después de tanto esfuerzo... La próxima vez hago una de más, por si acaso.

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